Empacadores de Carne unen fuerzas con el Sindicato y con la Iglesia

Omaha, Nebraska es el hogar de las iglesias San Anges y Nuestra Señora de Guadalupe.

Cada domingo cientos de Latinos que trabajan en las empacadoras de carne llegan para la misa en español. La mayoría de ellos son inmigrantes de México, Guatemala y El Salvador.

El ultimo domingo en abril, Padre Damián Zuerlein hablo acerca de la elección sindical en ConAgra, la planta que emplea a los empacadores.

“Nuestra comunidad sabe como son tratados los pobres y el tiempo ha llegado para hacer una decisión.” Después introducio el comité luchando por el sindicato en la planta. “Hablen acerca de su lucha por justicia,” les dijo.

Olga Espinoza, una trabajadora en el piso de matanza, respondió a la llamada y dijo, “hemos hecho nuestra decisión y no vamos a tomar un paso para tras. Quiero que se paren los que están a favor de la unión.” Solamente se pararon unos veinticinco trabajadores. Decepcionada, Olga se reunió en la parte de atrás de la iglesia con Sergio Sosa, el organizador de Omaha Juntos por Una Comunidad (OTOC). Después de la misa, Espinoza le dio otro atento, pidiéndole a los trabajadores que lleguen a la parte de enfrente para recibir la bendición de Padre Damián. “No tengan miedo,” les dijo. “Esta vez nadie nos va detener.”

Poco a poco los trabajadores se levantaron y se fueron acercando al frente de la iglesia. Después de unos minutos mas de cien trabajadores estaban de pie, algunos con caras de aprehensión. Todos determinaron que se termino el apoyo secreto por la unión. Después de ese momento Espinoza dijo “sabíamos que si nos parábamos en la iglesia el Domingo, el Lunes nos podíamos parar en la planta.”

AHORA! AHORA!

Y eso fue lo que paso. La siguiente semana la compañía intento su ultima táctica. Los supervisores mandaron a los trabajadores a una reunión mandatoria para oír porque el vicepresidente pensaba que la unión era una mala idea.

Un año antes, el mismo hombre con el mismo discurso les hablo a muchos de los mismos trabajadores resultando en un voto de la mayoría en contra de la unión. Pero este año, el ambiente había cambiado. Casi antes que empezara hablar, los trabajadores empezaron a gritar y protestar.

Al terminar, Espinoza se levanto. Camino al frente del cuarto y demando el micrófono. Hizo la primera de tres preguntas que los activistas en su departamento habian formulado. “Si están tan preocupados por nosotros, por que no han arreglado el sitio donde se callo y lastimo Tiberio? Están esperando que alguien mas se lastime?”

Por fin la directora del departamento de recursos humanos dijo que le daría la respuesta a cualquier persona que llegara a su oficina individualmente. “Empezamos a gritar ‘Ahora! Ahora!’” dijo Espinoza. “Entonces nos dijeron que no quedaba tiempo para mas preguntas y nos mandaron de regreso al trabajo.”

Ese viernes 251 persona votaron por la unión y 126 en contra.

UN SINDICATO DE INMIGRANTES

Después, la compañía culpó a la iglesia por haber cambiado los sentimientos de los trabajadores a favor de la unión. No estaban completamente equivocados. La misa sirvió como un símbolo visible de una coalición mas extensa entre los Trabajadores Unidos de Comida y Comercio (UFCW) y Omaha Juntos para Una Comunidad (OTOC), un proyecto para organizar la comunidad. Juntos están luchando para reorganizar la industria empacadora de carne. Y lo que funciona en Omaha puede funcionar en otros sitios.

La industria empacadora de carnes siempre ha dependido de trabajadores inmigrantes. Por cien años, hasta los 1960’s y 1970’s los inmigrantes fueron Europeos del este, con algunos Afro-Americanos en el sur. Hoy, la mayoría de los trabajadores vienen de México y Centro America. Los números de refugiados de Bosnia, Vietnam y Sudan tambien están creciendo en algunas plantas.

Los lenguajes de las plantas han cambiado pero los problemas no. “Ellos quieren que trabajemos lo mas rápido posible, hay muchos accidentes y no les importa el precio que pagamos,” dice Tiberio Chavez, un trabajador lastimado que ConAgra despidió por apoyar la unión.

Como la industria de carne ha cambiado de carniceros especializados a líneas de ensamblaje, un trabajador puede cortar el mismo hueso cientas de veces cada día. La velocidad de la línea ha subido enormemente y como los trabajadores hacen la misma tarea todo el día, él numero de lesiones en el trabajo tambien han subido enormemente.

Las nuevas corporaciones gigantes han rebajado los costos del negocio atacando a las uniones. Durante los 1980’s, UFCW les dio concesiones pero no funciono. Las compañías viejas sindicalizadas desaparecieron de muchas ciudades. Fueron reemplazadas por plantas sin sindicatos: ConAgra, Greater Omaha Packing Co., Nebraska Beef, y QPI. Para 1999, los sueldos de los trabajadores se habían rebajado a $4 menos del promedio de la industria.

Mientras las compañías buscaban llenar las plantas sin aumentar los sueldos, el porcentaje de trabajadores inmigrantes subió. Las compañías mandaron reclutadores a México y Los Ángeles.

SABIDURÍA Y VALOR

Mientras las demográficas de las plantas cambiaba, Padre Damián Zuelein se hizo pastor en Nuestra Señora de Guadalupe en la parte sur de Omaha. Cuando llego Zuelein en 1990, solamente había una misa en español y la mayoría de familias Latinas habían vivido en Omaha por dos o tres generaciones. Diez años después, 63% de los católicos en Omaha tenían menos de cinco años de estar en los Estados Unidos.

Aunque las generaciones mas viejas estaban en competencia con los nuevos inmigrantes, esas actitudes cambiaron cuando la iglesia empezó a organizar las plantas. Muchos de ellos habían sido empacadores sindicalizados en años pasados.

Zuerlein empezó a organizar trabajadores en Greater Omaha Packing en 1996. “Yo pedí la plaza en Guadalupe porque sabia que era una iglesia pobre,” explica Zuerlein. “Y me pregunte: ‘cual seria la mejor forma de aliviar el sufrimiento de algunas personas?’ La única forma era asistir a la comunidad en organizar. Trabajando individualmente no hace un impacto permanente. De todos modos, nosotros ganamos mas sabiduría y valor cuando ponemos nuestra fe a la prueba y cuando nos arriesgamos a nosotros mismos.”

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“Pudimos ajuntarlos muy rápidamente porque las condiciones en las plantas eran horrendas,” explico el padre. “A los trabajadores no les daban descansos para ir al baño, y algunos se orinaban con la ropa puesta mientras trabajaban en la línea. La velocidad de la línea era tremenda y muchos de los trabajadores mostraban sintimos de síndrome de túnel carpiano. Pero la compañía mando espías a nuestros grupos y después de una reunión con el gerente de la planta, despidieron a todos los que se involucraron en nuestros esfuerzos. Decidimos aumentar nuestros esfuerzos en la planta e identificar y entrenar lideres para hacer un compromiso mas grande.”

Zuerlein se convirtió en un imán para personas que querían usar teología de la liberación entre Latinos en los Estados Unidos. Uno de ellos fue Sergio Sosa, un seminarista en años pasados y veterano de un movimiento radical que organizo campesinos Mayas durante la guerra genocida que mato mas de 200,000 personas indígenas. Sosa fue contratado por Zuerlein y Tom Holler, el que empezó Omaha Juntos para Una Comunidad (OTOC). OTOC es un proyecto de la Industrial Areas Foundation (Fundación de Areas Industriales), empezado por Saul Alinsky durante los 40’s entre empacadores de carne en los vecindarios de Chicago.

DIVISIÓN CULTURAL

En las plantas de Omaha, Sosa se encontró con una mezcla de trabajadores documentados e indocumentados, muchas veces de las mismas familias y parte de la misma red de relaciones. La estragedia de OTOC empieza por organizar primero afuera de la planta (por ejemplo organizando juegos de fútbol).

OTOC desarrollo la estrategia de darse cuenta de la división cultural que existe entre la unión y los trabajadores nuevos que no conocen la unión. Esto hace que los trabajadores vean la unión como una entidad extranjera e inhospitable. Formas tradicionales de organizar un sindicato (como repartiendo volantes por la cerca) informa a la compañia que hay un esfuerzo para organizar y le de razón para empezar una campaña en contra de la unión. Esta campaña aterroriza los trabajadores dentro de la planta. Las conversaciones estándares acerca de sueldos y beneficios no son lo suficiente para inspirar trabajadores que fácilmente pueden ser despedidos y peor, deportados.

Sosa empezó a tener reuniones individuales con trabajadores para “crear relaciones, descubrir intereses, buscar talentos, identificar lideres, y usar esos lideres para empezar a organizar.”

Sosa recuerda haber hecho la misma cosa en Guatemala. “Pienso que muchos Latino Americanos hacen esto. Es parte de nuestra cultura. Pero pienso que la estrategia es de conectar esta estructura de cultura con esa de los Afro-Americanos, Anglo-Americanos y otros para crear poder. Latinos pueden hacer muchas cosas y este es nuestro tiempo. Pero no las podemos hacer solos.”

LA COMUNIDAD CONOCE A LA UNIÓN

Los primeros comités de OTOC fueron desechos por Operación Vanguard, un gran esfuerzo de la migra para enforzar las leyes con respeto a inmigrantes. “Pero Operación Vanguard si a traído atención a las condiciones en las plantas y a temas de inmigración,” dice Holler. Por medio de foros comunales, los lideres de la comunidad le ponen presión a los lideres elegidos para hacer cambios. Convencieron al Gobernador Mike Johanns que apoyara los derechos de los trabajadores incluyendo el derecho de organizar.

Mientras luchaban por esto, OTOC desarrollo su relación con UFCW - un proceso que empezó cuando las dos organizaciones se opusieron a Operación Vanguard. Al principio, Holler y Zuelein tuvieron problemas en conectarse con los oficiales del UFCW. Pero después de Operación Vanguard, muchos oficiales del UFCW se convencieron que las sanciones se habían convertido en una arma para prevenir que los trabajadores inmigrantes usen sus derechos laborales.

El apoyo de la unión no ocurrió inmediatamente. El comité que reorganizo Sosa tuvo muchas reuniones en las cuales alistaron preguntas que les querían hacer a los oficiales de la unión. Habían preguntas de sueldos en plantas sindicalizadas, de los derechos de trabajadores sindicalizados, y el record de la unión en ganar quejas que hacen los miembros.

Luego el grupo se reunió con oficiales altos del UFCW. Después de reunirse y hacer las preguntas, los trabajadores estaban divididos. Siete trabajadores votaron en contra de ser parte del UFCW y se fueron. Los demás se ajuntaron.

Desde ese tiempo, se han organizado comités en cada planta. Carl Arison, el organizador principal del UFCW le da crédito al comité de ConAgra por la victoria en Mayo. Antes de ser organizador, Arison fue empacador y fue despedido al tratar de organizar una unión en una planta en Storm Lake, Iowa.

EL COMITÉ

“Nuestro comité estuvo unido, educado y activo,” dijo Arison. El UFCW tenia cuatro organizadores asignados a la campaña y OTOC tenia dos. De los organizadores de OTOC estaba Marcela Cervantes, que trabajaba en las plantas anteriormente. “El comité hizo la mayoría de trabajo en activar a los trabajadores, en que firmaran las tarjetas, en visitárles en sus casas y en hablar con ellos en la planta.” Tambien escribieron artículos para el boletín de noticias La Neta lo cual fue distribuido en la planta.

“La misa fue idea de los trabajadores,” dice Zuerlein. “Ellos necesitaban un sitio espiritual donde nadie iba tener miedo y lo hicimos parte de una tradición. Nosotros les enseñamos que aunque perdieran el trabajo, eran parte de una comunidad mas grande que los asistiría.”

Cuando Arison ve la contribución de OTOC, el ve la iglesia. Nos da credibilidad y esa conexión nos familiariza con los trabajadores.” Arison tambien hizo arreglos para que Espinoza, Chavez y otros miembros del comité hablaran acerca de la unión por radio en español.

Ganando la elección en ConAgra y Armour-Swift-Eckrich, (otra planta más pequeña) no es el final de la lucha. ConAgra tiene que ser presionado a firmar un contrato. Pero el vicepresidente de ConAgra dice que no va a impugnar el voto.

Setenta y ocho de las plantas de ConAgra ya están bajo contrato “y la compañía no ve la unión como algo malo,” dice Arison. El los pone aparte de la mayoría de corporaciones Americanas que si piensan que las uniones son malas. Claro que si la unión gana la elección en Nebraska Beef, la lucha por un contrata va a ser una guerra. Nebraska Beef fue donde el UFCW perdió una elección el año pasado por la campaña contra la unión de parte de la compañía.

DOS DESAFÍOS

Después de la lucha por el primer contrato, hay otros problemas que van aparecer. Después que se organicen las plantas de Omaha, cientos de Latinos se van hacer miembros de UFCW Local 271. Este local tiene menos de mil miembros, y la mayoría no son inmigrantes ni hablan español. Los nuevos miembros se organizaron autónomamente y no están dispuestos a solo pagar cuotas y ser miembros pasivos.

“Estos trabajadores inmigrantes van a ser algo nuevo para esta unión,” dice Zuelein. Arison dice que el UFCW esta mandando grupos de investigadores y entrenadores. Estos grupos ayudaran a luchar en las compañías donde hay esfuerzos para organizar y en construir una estructura de delegados.

Aumentando los sueldos y mejorando las condiciones del trabajo serán los otros desafíos. Si la unión no hace un gran esfuerzo para mejorar las condiciones, coaliciones como las que tiene con OTOC no serán suficiente para reclutar mas miembros. Pero las expectativas de los trabajadores en combinación con el método de organizar desde abajo para arriba, va ser un gran desafió para la industria de empacar carne y los sueldos bajos que pagan.

Esos fueron los elementos básicos de los Trabajadores Unidos de Empacadores de America (United Packinghouse Workers of America) cuando ganaban contratos para la industria entera y tenian a casi la industria entera organizada. Esa misma historia se puede estar formando en Omaha.

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