Noticias Laborales: Inmigrantes en huelga de hambre, Choferes contra el SuperShuttle

Semana de 10 marzo, 2014

Haciendo ruido: En solidaridad con inmigrantes en huelga de hambre

La voz compuesta colectivamente de 1.200 inmigrantes retumbó por los pasillos del Centro de Detención del Noroeste el 11 de marzo y resonó con la comunidad en un mitin de solidaridad en Tacoma, Washington. Su huelga de hambre comenzó el 7 de marzo, a causa de la explotación sistemática y las pésimas condiciones de vida.

Maru Mora Villalpando de Latino Advocacy describió la explotación. El contrato dado al grupo GEO les da de $120 a $160 por detenido al día.

"La dieta de los inmigrantes detenidos aquí, consiste de avena y puré de papas. Las personas están tan hambrientas que trabajan por un dólar al día en el 'programa de trabajo voluntario' sólo para comprar $5 de sopa instantánea. Hagan la cuenta: estamos hablando de un montón de dinero que están haciendo a cuestas de los inmigrantes".

Los detenidos están en huelga de hambre para exigir mejores alimentos; el pago por el trabajo que realizan en las instalaciones, tales como cocinar y limpiar; bonos para que las familias pueden permanecer juntas mientras que impugnan sus casos — y poner fin a las deportaciones

El Departamento de Migración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) y la administración de Obama, hacen cumplir el programa federal que llaman "Comunidades Seguras". Insisten en que está diseñado para ir tras violentos y peligrosos delincuentes extranjeros. Pero como el número de inmigrantes deportados bajo (la administración de) Obama se acerca a los 2 millones, las acciones lideradas por inmigrantes indocumentados han mostrado las fallas en esta historia.

Los billones de dólares obtenidos por las empresas de prisiones privadas como el grupo GEO, fueron señalados en el mitin por los partidarios de las comunidades de fe, laboral y estudiantil.

Antonio Flores del grupo de apoyo El Comité dijo: "podemos desmoralizarnos con las constantes deportaciones, pero los huelguistas nos han dado la esperanza para seguir presionando”.

Rolando Ávila


Los choferes de SuperShuttle encuentran un enemigo común en Veolia

Ha sido un camino lleno de baches para los choferes de SuperShuttle quienes se tratan de organizar en el área de los aeropuertos Washington. Para ganar el reconocimiento sindical, los conductores deben de demostrar que son empleados — de una corporación global que está ganando más dinero de las cuotas de los trabajadores que de los pagos de los clientes.

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Más de 200 conductores de SuperShuttle, en su mayoría inmigrantes de África occidental, sirven a los tres aeropuertos circundantes a Washington, D.C. SuperShuttle llama a sus choferes "franquicias" y dice que son contratistas independientes, lo cual los descalifica de las protecciones tales como el salario mínimo, el pago por las horas, indemnización por accidentes laborales, seguro de desempleo y el derecho a organizar un sindicato.

Los choferes están colaborando con el Local 1994 del Food and Commercial Workers.

Patrick Benhene empezó a conducir para SuperShuttle hace seis años. Tuvo que pagar una "cuota de franquicia" de $35.000, extendida durante años de pagos semanales, con intereses. Él ha pagado eso, pero sigue pagando la cuota de la licencia, honorarios de seguro, una "cuota de sistema" de $500 y una cuota de arrendamiento para usar la camioneta cada semana.

"Antes de empezar la semana, ya les debes," dijo.

SuperShuttle también toma el 10 por ciento de los ingresos de Benhene durante la semana, incluso de propinas pagadas en línea.

Los choferes duermen en sus autos, trabajan de 18 a 20 horas al día para pagar todo lo que deben. Muchos terminan la semana con sólo $300 o $400 dólares, lo que debe utilizarse para pagar la gasolina de la próxima semana.

SuperShuttle es una subsidiaria de un gran conglomerado global, no muy conocido pero de gran alcance: Veolia. La compañía francesa tiene un historial de tomar contratos privados para operar el transporte público y romper los sindicatos.

Los conductores de autobuses en Phoenix y Los Ángeles, donde Veolia tiene contratos privados para administrar parte del sistema del transporte público, se fueron a huelga en 2012 y 2013 respectivamente, a causa de los salarios y por no contar con una garantía laboral.

El 07 de noviembre, 50 conductores de Baltimore condujeron en una cadena de vehículos alrededor del aeropuerto, para protestar contra la falta de voluntad de SuperShuttle para actualizar sistemas informáticos que regularmente se congelaban.

"Funcionó extraordinariamente", dijo Benhene: SuperShuttle actualizó los sistemas, y los trabajadores pudieron saborear el poder.

Julia Kann